Somos el legado de 15 mil millones de años de evolución cósmica. Tú y yo. Así pues, en este espacio-tiempo, hemos decidido viajar a territorios propios de la naturaleza para acercarlos al lenguaje de la escena. Queremos que nuestros cuerpos orbiten en la narración de un universo que, indiferente ante nuestros movimientos, nos ofrece un escenario de reflexión y acción.
Un viaje que intenta desconfigurar el ego narrando un mundo que no gira alrededor nuestro. Un mundo en el que ni estamos por debajo ni por encima, sino en él, reconsiderando el valor de cada humano para el otro.
Un viaje personal fuera de toda persona, más allá y hasta los límites de nuestra comprensión.
Caminar a través de la vía de la duda. Ponerlo todo en duda. Descubrirnos.
Sagan somos tres voces: Blanca García-LLadó, David Mallols Tomás y Elena López Lanzarote. Nos encontramos en Barcelona por una serie de casualidades, como ocurre casi todo. De este encuentro surgió la idea de formar Sagan (recordando al astrónomo y divulgador) como colectivo para desarrollar un proyecto en torno al concepto de «cosmos».
Somos un triángulo. Una misma forma geométrica que intenta dar sentido al colectivo y al encuentro con el otro mediante las artes escénicas, visuales y plásticas. Tres historias de vida diferentes que deciden juntarse para contar una historia del cosmos: laniakea.
Laniakea en hawaiano significa «cielos inconmensurables» y se denomina así a la familia de galaxias a la que pertenecemos.