Funky Chicken es una de las múltiples formas utilizadas para designar los juegos de autoasfixia, una búsqueda deliberada del síncope y una especie de desaparición momentánea. ¿Qué se esconde detrás del deseo de desaparecer y cómo se materializa en nuestra cotidianidad? ¿Qué relación tiene el deseo de desaparecer con la representación y con la performance? Este trabajo indaga en escena sobre todas estas cuestiones y para ello parte de la creación de una (no) ficción, muy personal, que da lugar tanto al vacío minimalista como el estallido físico y visual. Una pieza de contrastes, que ancla su esencia en lo inestable y divergente, y en la que tienen cabida estrellas del pop sueco, muñecos de goma y capas galácticas, entre otras rarezas.
Francesca Viana
Actriz y creadora escénica. Sus trabajos se caracterizan por un marcado sesgo autobiográfico y personal encarnado en escena a través de (no)ficciones camaleónicas y trepidantes con fuertes dosis de absurdo y grotesco. Se forma en artes escénicas con un recorrido poco habitual y variopinto, bebiendo de aquí y de allá, siempre movida por un interés en perpetua transformación. Entre sus creaciones destacan Give Me a Whiskey, pieza unipersonal creada con la dirección de Palma Morena Greco y La Piel de las Mujeres, co-creada con Raúl Quirós Molina, ambas actuadas en solitario. Funky Chicken, su última creación en solitario, nace en origen de un taller de performance impartido por Semolina Tomic. Actualmente, ultima la creación de Creando Malvas, pieza de teatro físico-danza, junto a la acróbata aérea Lola Galeote.