Cada especie suele durar en la Tierra una media de cinco millones de años y después desaparece. La nuestra lleva unos 200.000 y, según algunas expertas, nos lo tendremos que currar mucho para conseguir la esperanza de vida media de las otras especies. ¿Qué haré con esta información? Entrenar para olvidarla en el menor tiempo posible. Entrenar para conseguir una suprema y desbordante apatía. Entrenar la indiferencia, para ser pura, íntegra e incontinente desidia. Otra pieza antropocéntrica que finge una tensión con el entorno, pero en verdad, le da igual. Ha perdido el norte. Como los músicos del Titanic en medio del naufragio pinchamos techno eludiendo la tragedia final.
Fundación Mis Bragas nace en 2020 como proyecto de experimentación escénica atravesada por una fuerte perspectiva de género. La compañía ha enfocado su trabajo en un constante ejercicio de observación de los complejos retos de la contemporaneidad, abordando temas urgentes como el cambio climático – sobre el cual desarrollan su última pieza EXTINCTION RAVE, proyecto galardonado con el premio Adrià Gual y presentado en el Festival Grec 2024. La pieza explora el colapso ambiental desde una mirada íntima enfocada en el impacto del tardocapitalismo heteropatriarcal y colonial sobre nuestros cuerpos individuales, con el deseo de encontrar en la práctica escénica espacios donde recomponer cuerpos colectivos capaces de imaginar y construir otros mundos posibles.