Después de pasarse cinco años dando vueltas por Cataluña con su espectáculo Roger Pelàez canta SAU, renueva fuerzas, repertorio y vuelve a la carga como si la gente no estuviera de el ya hasta la coronilla.
Más emociones.
Más insultos.
Más humillación ajena.
Más escenas tensas de adivinación, telequinesis y profecía endemoniada.
Roger Peláez: Precínteme el esfínter es un espectáculo del que todo el mundo habla y nadie todavía ha visto. Al menos entero. Con la ayuda de unos pimientos como dos piñas tropicales i un escurre naranjas que funciona con la energía energética del sol, Roger Peláez hace un espectáculo asimilable para los modernos, amable con la gente de orden i con un trasfondo de protesta de patio de pesebre que queda, como menos, decorativo. Diferentes gentes progresistas se han interesado. Como por ejemplo: un hijo de Samaranch. Gente de la literatura arriesgada, comprometida y tartamuda también. Ejemplo: Quim Monzó.
Cineastas de Girona de estos que existen porque Girona tenga su cupo en el jardín ajardinado de la cultural catalana también. Ejemplo: Este tipo que fue a ver el documental i que ya sabéis quien es y yo no recuerdo como se llama. Parece Màrius Serra pero no es Màrius Serra.
Amigos y amigas, repetid este mantra:
Esta democracia es como unas tijeras que tengo en casa, que funcionan muy bien si uno NO las tiene que usar.
Roger Pelàez es un dibujante de cómics tosco, locutor de radio grosero y cantante chabacano.
Hace muchos años que intenta trascender a su propia muerte con una única norma para lograrlo: Esforzarse lo menos posible en todas y cada una de esas disciplinas.
¿Lo conseguirá? ¿No lo conseguirá?
Sea cual sea el resultado de esta grotesca competición, disfrutemos del espectáculo de verlo mientras se nos brinde.
